Como
lo hemos analizado anteriormente el Dengue es una de las principales
enfermedades reemergentes tanto en nuestro país como en la mayoría de los
países miembros de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Según
el último reporte de la OPS en la semana epidemiológica numero 44 se han
presentado en México 135,126 casos clínicos reportados, de los cuales 39,730
han sido confirmados por laboratorio y de estos, solo 13,772 evolucionaron a
casos de Dengue Severo, presentándose 52 decesos por esta causa 1.
Varios
son los factores que favorecen la incidencia de casos de Dengue, destacan por su importancia los fenomenos demograficos asociados al
proceso de industrialización, que produjo el desplazamiento en busca de empleo
de las poblaciones rurales a los centros urbanos. En 1960, poco mas del 50% de
la población estaba asentada en las zonas rurales y esto fue uno de los motivos
que permitieron la erradicación del Aedes aegypti, dado que las áreas urbanas
infestadas no eran tan extensas como lo fueron en los años noventa, cuando poco
mas del 70% de la población vivia en un centro urbano. El crecimiento de las
zonas urbanas, sobre todo en las áreas costeras del país asociadas a los
complejos turísticos de playa y al desarrollo de los puertos industriales,
promovio el establecimiento de grandes grupos de población en zonas
naturalmente propicias para el desarrollo del vector. La rápida concentración
de personas en las áreas urbanas no siempre se acompaña de una similar y
eficiente dotación de servicios públicos como el agua potable, el drenaje y la
recolección de basura. Para 1960 el 32% de las vivendas particulares en el país
contaba con agua potable y el 29% tenía drenaje, lo cual cambio en 1990 a 79% y
63%, respectivamente. Reconocida la influencia que estos servicios tienen sobre
la salud en general, en el caso del dengue su carencia o insuficiencia juega un
papel preponderante.
Los fenomenos políticos, económicos
y sociales intercontinentales, caracterizados por el tránsito de la era de la
comunicación a la de la interdependencia global convierten el movimiento y
comportamiento de los seres humanos en factores determinantes en la ubicación y
la frecuencia de las enfermedades humanas, efectos que en el caso de ldengue
han sido definitivos para su emergencia a nivel mundial.
Los avances de los últimos años en
materia de comunicaciones terrestres y aéreas favorecieron la rápida
movilización de grupos de población de una zona a otra del país y facilitaron
los traslados del vector y de los indivuos infectados. En 1960, el país contaba
con un total de 20,774 kilómetros en carreteras alimentadoras y caminos
vecinales, de los cuales el 31% estaba pavimentado. La extensión en 1990
aumento a 61,108 kilómetros, de los cuales 59% estaban pavimentados. El
explosivo crecimiento de la industria aérea se suma al fenomeno de comunicación
al acortar las distancias y los tiempos de traslado entre una región y otra, es
quiza uno de los factores más importantes para la diseminación y la circulación
mundial de los serotipos del virus del dengue.
Aunque las razones para los
deplazamientos humanos en la época reciente se ven motivadas por distintos
factores y tipos de conflicto, la magnitud del flujo derivado del turismo y los
riesgos que puede representar para la salud de los viajeros y las poblaciones
receptoras no deben pasar inadvertidos, ya que se han convertido en uno de los
fenomenos migratorios más importantes en la historia del hombre. Dicho fenomeno
se debe principalmente al crecimiento y diversificación de las vías y medios de
comunicación; a la capacidad y velocidad en el transporte; al comercio
internacional; a los cambios en el nivel y los estilos de vida; y a la
prestación de servicios turísticos que se incorporan como un elemento esencial
en la economía de casi todos los países.
El incremento del turismo,
nacional e internacional, y el auge de los centros de playa han transformado la
ecología de las zonas tropicales del país en favor del vector. Las zonas donde
se encuentran dichos centros, por sus características naturales, están alejadas
de los centros urbanos establecidos y, por lo general, carecen de
infraestructura básica. La aparición de polos de desarrollo tan sui géneris se
acompaña de la transformación acelerada del medio ambiente, propiciado por la
construcción de carreteras, zonas hoteleras, aeropuertos, zonas habitacionales,
etcetera, modificando la ecología del lugar y estableciendo condiciones muy
aptas para el desarrollo de los focos de reproducción del vector del dengue. El
rapido desarrollo de los centros y el crecimiento dispar entre población y
servicios impone el asentamiento anárquico y acelerado de poblaciones en
condiciones sanitarias desfavorables, debido a las necesidades de vivienda y
servicios públicos como agua potable, recolección de basura, pavimentación,
drenaje, la educación y servicios médicos asistenciales.
Paralelamente a la urbanización se
dio el florecimiento de un nuevo espectro de consideraciones óptimas para la
reproducción del mosquito Aedes aegypti. Entre ellas se encuentra la proliferación
de artículos manufacturados, que en su mayoría son desechables. El incremento
en la producción de botellas, frascos, llantas, latas es un indicador de la
vasta gama de focos de reproducción -no existentes en el pasado- para los que
se deben diseñar estrategias de control eficaces, y sustentadas en la educación
y participación de la población. Solo en tres decadas la producción a escala
nacional de botellas crecio 4.4. veces y la de llantas aumento 6.2 veces, lo que
parcialmente explica la proliferación de dichos focos en el ambiente doméstico
y su constitución como los más importantes. Parece necesario reubicar al dengue
dentro de los problemas asociados a un tipo de inconvenientes ambientales y
dirigir esfuerzos claros para que el manejo adecuado de la basura a escala
doméstica forme parte de la estrategia de control 2.
Al no poder contener los efectos de los fenómenos demográficos, sería entonces más
efectivo y eficiente el implementar políticas públicas con mayor énfasis en
la educación para la salud, pretendiendo lograr un empoderamiento y
movilización de la población con mejores estrategias de erradicación de los
criaderos del mosquito vector. Con lo cual se pretendería disminuir la
incidencia de casos, lo que se traduciría entonces en mejores resultados en la
lucha por la prevención y control de la enfermedad.
1) Organización
Panamericana de la Salud [sede web]. Organización Panamericana de la Salud;
2012 [acceso 29 de noviembre de 2012]. Reporte de número de casos de Dengue y
Dengue Severo en las Américas, Semana epidemiológica numero 44 (22 de noviembre
de 2012) [3]. Disponible en: http://new.paho.org/hq/index.php?option=com_content&view=article&id=264&Itemid=363
2) Instituto
Nacional de Salud Pública [sede web]. Instituto Nacional de Salud Pública; 1995
[acceso 28 de noviembre de 2012]. El Dengue en México: un problema prioritario
de Salud Pública [9]. Disponible en: http://bvs.insp.mx/rsp/_files/File/1995/199537_S12-S20.pdf
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